La escuela patas para arriba

Tras más de cien días de aislamiento obligatorio a causa de la pandemia causada por el Covid-19, el ámbito educativo se vio obligado a transformarse por completo. La modalidad virtual puede traer algunos dolores de cabeza, pero la realidad es que, siempre que los recursos nos lo permitan, la tecnología nos ofrece un abanico inmenso de posibilidades para intentar seguir adelante con nuestras tareas como alumnos/as y como docentes.

Pero es interesante pensar también en cómo la tecnología viene calando profundo en las prácticas educativas desde tiempo antes a toda esta situación y podríamos afirmar que llegó para quedarse. Algunos años atrás no nos hubiéramos imaginado la educación formal más allá de las instituciones, pero hoy en día no solo disponemos de complementos por fuera de estos ámbitos, sino incluso cursos, seminarios y hasta carreras universitarias que se realizan íntegramente de forma virtual. En este sentido, una nueva metodología que poco a poco se va haciendo más presente es la denominada aula invertida o Flipped Classroom. El concepto fue popularizado por dos profesores de química, Jonathan Bergmann y Aaron Sams.

“Bergmann y Sams idearon una solución para evitar que los alumnos perdieran clases, por ejemplo por enfermedad, para ello grababan los contenidos a impartir y los distribuían entre sus alumnos para que los visualizaran en casa antes de la clase, el trabajo en el aula consistía en realizar proyectos para poner en práctica los conocimientos adquiridos y resolver dudas, invirtiendo de esta manera las actividades con respecto al modelo tradicional. Comprobaron que con este nuevo enfoque las calificaciones de los alumnos mejoraban.” (M. Lopez Moreno, 2014)

"Vector de Escuela" por pch-vector, vía Freepik (descripción de autorización al pie de la entrada).

Esta nueva visión pedagógica parte de pensar que hay momentos por dentro y por fuera de la clase. Se tiene en cuenta el hecho de que los/as alumnos/as pueden adquirir cierta información o conocimiento en otro momento y lugar que no sea necesariamente dentro del aula, en el horario de cursada establecido. De esta forma, antes de la clase, el/la docente hace llegar a sus alumnos/as cierto material para que visualicen previo al encuentro. Luego, en la clase el conocimiento trabajado individualmente se comparte y debate y finalmente el/la docente lo formaliza. De esta forma, dentro del aula se fomenta el trabajo en grupo y una retroalimentación entre las ideas de los/as alumnos/as y el/la docente. 

La metodología del aula invertida permite que los/as alumnos/as tengan una participación activa desde el primer momento, promoviendo también habilidades de organización y técnicas de estudio, a la vez que potencia luego el intercambio de ideas con sus compañeros/as y docentes dentro de la clase. Por otro lado, el hecho de que el material sea enviado, permite que puedan volver a acceder al mismo cuantas veces lo necesiten, considerando así los diversos tiempos de aprendizaje de cada uno/a. Esta modalidad de trabajo ayuda a dejar de lado las clases meramente expositivas, donde los/as estudiantes son solo receptores de información. 

El material que se envía previamente pueden ser tutoriales, podcast, sitios web, documentos o hasta incluso una película. La idea es que los/as alumnos/as vayan introduciéndose en el concepto para luego trabajarlo en conjunto en el aula. 

En este sentido, y ligado también a la entrada anterior, comparto un videotutorial donde presento las funciones básicas y los comandos de la aplicación Graspable Math, mientras desarrollo de forma breve una posible manera de trabajar en el aula el pasaje de lenguaje coloquial a lenguaje algebraico para la resolución de ecuaciones con el uso de esta herramienta.

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